SINGULARITY

De los creadores de HeXen y Jedi Academy, llega Singularity, un título de acción para PC que nos sitúa en un entorno apocalíptico, ambientado en los años 50 y que presenta la posibilidad de viajar en el tiempo y utilizarlo según nos convenga como principal novedad.

Después de Quake 4, Raven Software ha querido seguir en el negocio de la acción. Si bien es cierto que Singularity no es únicamente un Shoot-em-up, se aprecia la experiencia de la desarrolladora en este aspecto a la hora de hacer el juego. De esta forma, hablamos de un videojuego en primera persona que presenta una curiosa propuesta al mezclar diferentes épocas al mismo tiempo.

Así, comenzamos en lo que parece una simple misión de reconocimiento en un apocalíptico año 2010. Nuestro mundo ha sido destruido y nosotros hemos sido enviados a investigar unos extraños acontecimientos que están sucediendo en un recóndito lugar de las costas de Rusia. Tras explorar lo que a simple vista son unas ruinas, nos enteramos de lo que en realidad sucede: estamos en unos laboratorios soviéticos, utilizados en los años 50 por los rusos, que buscaban un extraño tipo de arma para poder vencer en la Guerra Fría. Pero no salió bien. Algunas complicaciones en los experimentos así como numerosas explosiones destruyeron por completo la planta, matando a todos los allí presentes.

Así comienza el juego. Nos presenta a nuestro personaje, un espía preparado para el sigilo y el combate, nos muestra la situación, y nos sitúa en una trama que vamos comprendiendo paso a paso gracias a flash-backs (en los que intervenimos directamente). Poco a poco vamos recopilando información y descubrimos que todo gira en torno a una sustancia llamada “E99”, un raro elemento que provoca extrañas mutaciones. No sólo hace que existan objetos inorgánicos a lo largo de la línea del tiempo, sino que crea criaturas parecidas a alienígenas.

Víctimas del tiempo
Con todo esto, podemos pensar: ¿Otro juego que tiene que ver con la manipulación del tiempo, no? Seguramente todos pensamos en títulos como TimeShift o Prince of Persia, títulos en los que detenemos el reloj de manera casi “mágica” para evitar caer por un precipicio o conseguir un salto que parecía imposible. Pero hay una diferencia que resulta fundamental cuando hablamos de “Singularity”: nosotros no controlamos el tiempo, el tiempo nos domina a nosotros. Así es, somos “víctimas” de él. Cuando él quiere, estamos en 2010. Cuando a él le apetece enseñarnos algo, viajamos hasta 1950. Pero no somos simples juguetes del destino. Pronto aprendemos a jugar con esta manipulación del tiempo y el espacio, y conseguimos hacer de esto nuestro mayor aliado.